Ya está disponible la última edición del BIT del Sacylite. 1ª parte de “Las Novedades Terapéuticas 2010-2011”.
Dicen en su introducción: “La comercialización de un nuevo medicamento garantiza que alcanza unos requisitos de calidad, seguridad y eficacia en las indicaciones aprobadas y en las condiciones en las que se han realizado los ensayos clínicos. Sin embargo, no garantiza su eficacia y seguridad a largo plazo y en la praxis médica habitual. En los medicamentos de reciente autorización no solo debe preocuparnos la ausencia de información sobre su efectividad real en la práctica clínica sino el gran desconocimiento de su perfil de seguridad”.
Seguidamente aclara cómo se produce dicha comercialización: “Gran parte de los medicamentos que se autorizan no son auténticas novedades, sino pequeñas modificaciones de los ya existentes que no aportan ventajas terapéuticas relevantes. Hay que tener presente que para que un medicamento nuevo se autorice, no tiene que demostrar ser mejor, ni siquiera ser igual en eficacia y seguridad a los que ya están comercializados. Solo debe demostrar su superioridad frente a placebo en variables representativas de la patología para la que se indica, pero que en muchas ocasiones no son las de mayor relevancia clínica”.
Párrafo el anterior que por sí sólo, en su contenido puede llevar a plantearse el uso de los citados nuevos medicamentos.
Citando al Comité Mixto de Evaluación de Nuevos Medicamentos (CMENM) y a otros centros de información nacionales e internacionales de reconocido prestigio, SACYLITE elabora esté número, que creo debemos leer detenidamente y guardar como oro en paño.
A modo de muestra os dejo su estupendo (y demoledor) cuadro resumen (¿Hacen falta estas alforjas para semejantes viajes?):
Pinchar sobre la imagen para verla mejor. |
¿Y yo pregunto... si no sirven, no aportan, menos eficacia, etc, etc.. porqué narices son aprobados a nivel nacional, y encima a mayor precio que los existentes y que en principio vienen a sustituir y mejorar?
ResponderEliminar¿Y con la nueva política de recetar por principio activo, pondremos bazedoxifeno, o dronedarona, o prasugrel.. y estarémos tratando bién la osteoporosis, la arritmia o el riesgo de trombosis?
¿Y donde se inicia a paso lento, pero seguro este tipo de prescripción...?
¿En primaria o especializada?
De acuerdo con FernandoG pero, ¿y nosotros?. ¿Con esta información deberíamos tomar decisiones más "razonables"?. Cierto que es difícil tomar decisiones cuando estamos rodeados de mercado, pero, sin entrar en el estéril e innecesario enfrentamiento con el paciente, ¿cuántas de estas decisiones son impuestas desde otros niveles asistenciales?, ¿con cuántas no estamos de acuerdo?, ¿cuántas son decididas por nosotros mismos bajo no sé qué compromisos?. Si todos respondiéramos estas preguntas con sentido común, probablemente no habría que legislar por decreto la prescripción por principio activo. Miremos a nuestro alrededor.
ResponderEliminarDe lo que no hay duda es que estamos rodeados (y no distingo primaria-hospitalaria) por fortísimos intereses: La industria con "su I+D+I" y la Administración con su ¿obligada? política de contención.
ResponderEliminarPero se siguen poniendo parches en vez de abordar políticas integrales sanitarias.
¡No cambiamos!
Gracias a los hombres "G", Fernando y Enrique.
Hombre Antonio, ¿no te podías haber acordado de otros?. No sé, ¿el Comando-G?
ResponderEliminarhttp://www.veoh.com/watch/v155606936n3Y4paW?h1=12+Una+ballena+del+Comando+G